El “aula híbrida” no es temporal

El “aula híbrida” no es temporal

El concepto de presencialidad ha cambiado, considerando la conexión online o virtual de forma justificada como otra forma de estar presente, siguiendo el ritmo de aula y siendo partícipe del entorno de aprendizaje proporcionado entre profesor y alumno.

Se abre un escenario mixto, un desafío para los centros educativos en cuanto a proyecto y gestión; así como una puesta en valor del equipo docente, que una vez más, demuestra que ha de tener la competencia digital y formación pedagógica para poder convertir los espacios estáticos de aula en espacios abiertos, accesibles, visibles y eficientes a todos los que forman parte del entorno OnLine, participando activamente de un modo u otro.

Competencia digital, formación pedagógica, inclusión de estrategias de aprendizaje conocidas como activas, como complemento a otros estilos, incorporación del uso de despliegue tecnológico aspectos de un proceso de redefinición de aula; son conceptos que han marcado tres escenarios principalmente entre los colegios:

  • # aquellos que lo tenían muy integrado en el proyecto – organización – equipo docente
  • # aquellos que todavía estaban en modo experimental, si me permitís, viéndolo más como un elemento de venta que como una realidad en sus colegios

  • # para otros muchos todo lo anterior tenía presencia de forma aislada, según profesor, pues la innovación no parece ser cosa de todos.

Nada de lo anterior nos sorprende y no deja de ser el resultado de no tener un plan que marque estrategias de trabajo y una marca de liderazgo que traduzca la necesidad del contexto en otra forma de hacer las cosas, evadiendo la rutina y falta de tiempo como principales recursos resistentes al cambio.

 

Al margen de lo anterior, que habremos leído en publicaciones de redes sociales, ¿qué añade el concepto de aula híbrida? Añade reflexiones que hacen tambalear de nuevo un recién escenario estrenado de posibilidades: reaprendemos conceptos comogestión virtual del aula, gestión del tiempo, diversificación, consolidación de herramientas de evaluación, comunicación y manejo de emociones en un entorno virtualmente más presente que antes.

Y aquellos centros que no parten de una cultura digital consolidada, presente en el proyecto pedagógico y enlazada a un plan de formación actualizado, sufren y la organización se resiente. Nada que no se pueda arreglar, pero hay que acelerar procesos para generar una estructura donde ahora poder sostener lo que ya está presente: centro educativos híbridos. Y quizás esto que hoy se sitúa como una circunstancia puntual, se estabilizará y acabará por ser la nueva realidad de los colegios, pues ya son muchos los centros de formación y universidades que ofrecen formación absolutamente OnLine reconocida y certificada, particularmente en EEUU; Penn State World Campus, o Campus Virtual de Massachusetts en Boston, por ejemplo; o aquí en España UNIR en la Rioja o el Campus Virtual Maecenas que une la experiencia en formación con una realidad de dar cobertura remota a necesidades de docentes y colegios:  píldoras de formación de docentes para docentes, en un momento decisivo.

Ahora bien, que este concepto de “aula híbrida” en nuestros colegios está presente, lo sabemos, y ahora ¿cómo se hace realidad de la manera más óptima y eficaz? ¿cómo se organiza para que nuestros profesores lo hagan viable, nuestros alumnos aprendan y nuestras familias sientan que no son pieza indispensable de sus hijos durante la sesión de aula?  El “aula híbrida” no surge para dar una solución puntual en un escenario extraordinario; este modelo redefine un entorno de aprendizaje más visible, accesible, eficaz y sostenible para equipo docente, alumnos y familias.

“the ultimate measure of an organisation is where we stand at times of challenge and inconvenience

Vamos a comentar las fases en las que hemos trabajado en la implementación de “Aula Híbrida”

ANÁLISIS

¿cuál es la competencia digital del equipo? ¿tenemos diagnosticada cual es la situación en cuanto a recursos y formación en gestión virtual? ¿cuál es la infraestructura del centro y aulas? ¿cuál es el análisis de las sesiones OnLine ofrecidas? ¿tenemos valoración de las familias?  

Estamos ante una circunstancia muy exigente que nos demanda acciones y resultados muy precisos, definiendo muy bien el escenario de trabajo y las herramientas a poner en uso.

PROCESOS

¿tenemos un procedimiento que registre y monitorice el número de alumnos en entorno virtual? ¿está vertebrada su comunicación internamente? ¿tenemos sectorizado por edad y área el tipo de “aula híbrida” que ofrecemos? ¿mantenemos la comunicación interna y externa con familias activa en cuanto al sistema de aula híbrida y qué encontrarán? ¿existe un sistema de resolución de incidencias técnicas para las familias?

Procesos que requieren tiempo, personas, evaluación y redifinición para poder llegar a un resultado final.  

EVALUACIÓN

¿qué recursos utilizamos para el entorno virtual? ¿hay supervisión de las plataformas que utilizamos y de la gestión de las “aulas híbridas”? ¿qué recursos se están haciendo uso para la evaluación? ¿se está gestionando la parte emocional del alumno que está en casa?

Buscamos la calidad en el aprendizaje Online y calidad en su evaluación, por lo que es importante que nuestros alumnos entiendan dónde están, cuál es el objetivo y cómo llegar al producto final, lo cual sólo es viable mediante la valoración. Al respecto, las rúbricas nos sirven para marcar al alumno donde están con respecto a lo que se espera de ellos y sólo así su evaluación puede ser más justa y completa.

El “Aula Híbrida” es una oportunidad extraordinaria para redefinir y transformar nuestro entorno actual en otro concepto de aprendizaje y evaluación. Una situación nueva, sin referencias, inevitable a la que sólo podemos adaptarnos y crecer a través de ella.

 

 “Change is not an event, but a process”