07 Mar Alternativa
Alternativa: Opción que es posible elegir además de las otras que se consideren para poder llegar al solución óptima
Rompiendo con el esquema inicial, he decidido no tocar el tema que nos absorbe a nivel global y que ha causado que el mundo, sencillamente, se pare, redefina y vuelva a considerar los paradigmas establecidos hasta ahora; así que me inclino más por el cómo continuamos a partir de ahora, y cómo nos planteamos los colegios a nivel de gestión y organización pedagógica lo que a continuación viene, pues la normalidad que añoramos, volverá vestida de forma distinta y nos seguirá pareciendo casi normal.
Meses en conferencias virtuales, reuniones online, publicaciones en redes sociales y libros de lectura, entre los cuales recomendaría #CERO GRADOS de José Navalpotro o Creating Innovators de Tom Wagner, han hecho que poco a poco vayamos absorbiendo y construyendo una visión acerca del escenario donde no hay alternativa de vuelta atrás, pues lo que viene no es lo que tuvimos ni tampoco lo que tenemos ahora. La alternativa es avanzar y transformarse de forma consciente para que nuestros colegios sean verdaderamente espacios de aprendizaje ágiles y dinámicos y donde nuestros alumnos reciban oportunidades; aquellas que les permitan crecer expuestos al desarrollo de sus habilidades y donde dos sean principalmente las que conduzcan y sean motor de su recorrido con nosotros: pensar por sí mismos sin descuidar expresarse en sus distintas variantes
#freethinkers #expressingyourself
Y ¿no estábamos ahí antes? sí y no. Creíamos que estábamos avanzando en la implementación digital, en la implementación del cambio en la organización de los colegios, así como en la formación de nuestros profesores y la profesionalización de los equipos directivos. Y estaba sucediendo, muchos pero no todos, fueron los colegios que empezaron a organizarse a través de diversas plataformas para ser el motor del cambio en una sociedad donde nuestros alumnos y familias demandaban silenciosamente que las cosas sucedieran de otro modo. Muchas, pero no todas, fueron las direcciones que estaban preparadas para liderar iniciativas, formaciones, participar y conectar con otros colegios evitando desgastar la energía de los recursos humanos donde los cambios generan siempre fatiga y cuestionan el objetivo final. Muchos estaban preparados y, sin embargo, la inmensa mayoría reaccionó ante la mayor prueba real que nos pudiéramos imaginar, forzando la máquina para dar una respuesta de emergencia donde salimos a buen puerto, o mejor dicho, hicimos todo lo que pudimos; sin embargo, sufrimos y mucho, dejando un recuerdo que aún está muy presente.
Al igual que los entrenamientos de carrera o agua, si siempre entrenas en condiciones favorables estás lejos de ser consciente de cómo será el día de la prueba; y así sucedió, los que creían que entrenar en piscina les iba a ser suficiente; el día de la prueba, el mar de fondo y el agua turbia hizo que se olvidaran de la técnica migrando a un cansancio del que era difícil recuperarse.
Los que estaban bien entrenados, saltaron al agua y se aclimataron a la circunstancia de la prueba, recordando lo aprendido y adaptándose a un ritmo distinto, pero para el que estaban preparados, buscaban las corrientes que les pudieran llevar a la dirección correcta, tratando de buscar el nado efectivo, pues está claro que lo que no hay es: alternativa.
Docenthia plantea un modelo de ayuda de asesoramiento a las direcciones de los colegios, porque la alternativa es sólo una, la profesionalización de los equipos directivos en su versión más amplia; con visión financiera, pedagógica, gestión de equipos y evaluación diagnóstica. Además, y como ya venía haciendo hace muchos tiempo, Maecenas suma a su línea de trabajo una vía alternativa a través de Campus; experiencias y talleres en modelos híbridos como Educa Experience para volver a situarnos en lo que nos ocupa, que no se nos olvide, y es que el binomio tecnología y personas está presente, aún más todavía, lo cual hace que por compensación o por sentido de supervivencia, se manifiesta la urgente necesidad de rescatar el buen manejo de emociones y conocimiento de neurociencia en un entorno tan virtual.
Y creíamos que lo teníamos claro, hasta que la ola sobrevenida del entorno online nos ha recordado lo difícil que es conectar con las personas tras una pantalla o una mascarilla que nos hace todo tan impersonal: ¿Cómo captamos su atención?¿Cómo fomentamos el espacio a qué se expresen en espacios tan llenos de restricciones? ¿Cómo sorprendemos y retamos en lo que vamos a aprender?
Matices dentro del panorama educativo que reafirman la necesidad de que no podemos improvisar y sacar el kit de emergencia, de nuevo. Mi recorrido en otros proyectos subrayan que hay preguntas que tenemos que tener definidas y merece la pena el ejercicio de pasar por proceso:
1.-¿Cómo y dónde estamos como colegio con respecto a la situación actual? ¿Sabemos de alternativas practicadas en otros colegios?
2.-¿Cuál es nuestro contexto? ¿Qué necesitamos para poder avanzar? ¿tenemos un plan actualizado?
Y lo más importante, ¿Qué objetivos nos planteamos? ¿En qué queremos que nuestros alumnos se beneficien de todo esto?
Es la última pregunta la que nos va a llevar a recorrer todo lo anterior, pues no nos olvidemos que son nuestros alumnos los que pasarán la próxima década, de media, con nosotros. Por tanto, no hay alternativa sino la definir cómo queremos que suceda y cuál será el perfil del alumno al que nos debemos, dentro de un contexto marcado por una realidad diferente. Una realidad donde el esfuerzo estará marcado por generar conexión entre personas, porque nuestros alumnos aprendan a expresarse de diversas formas y a través de diferentes lenguajes ya sean musicales, verbal, físico y artísticos, amén del sobredimensionado digital. El reto para nosotros, como colegio, es que en ese ejercicio a través de la expresión, nuestra aportación al modelo al que avanzamos reafirme que nuestros alumnos sean además “freethinkers”, capaces de analizar independiente la fuente de información recibida, analizando el contexto, la fuente de información, reconstruyendo el conocimiento para así poder cuestionar de forma argumentada la veracidad del contenido.
Si el contenido ha migrado a la nube, nos toca mover ficha, cómo vamos a conseguir que nuestros alumnos desarrollen las habilidades propuestas, cuál es la cultura de aprendizaje en el aula y cómo definimos el enfoque de nuestros profesores. Y para todo lo anterior la profesionalización de los equipos de trabajo es decisiva, porque la alternativa a todo lo anterior, no existe.
There really is no alternative